Llevaba yo dos años de casada cuando supe que Sandra había emprendido el viaje hacia nosotros, y que había elegido a Pedro y a mi como padres.
Como les solía ocurrir a la mayoría de madres primerizas, tuve mucho miedo,en el 79 yo no tenía demasiada información sobre el proceso del embarazo, pensaba que mi hijo crecía dentro de mi y algún día aparecería ante mis ojos y el tiempo inexorablemente iba pasando hasta que llegara ese momento. Lei mucho hasta que el saber me tranquilizó.
La experiencia del primer hijo es inexplicable, en todos los aspectos, no sabes en que cambiará tu vida, no sabes si sabrás cuidar de él, tus miedos se incrementan incalculablemente por la responsabilidad que representa tener una vida indefensa que cuidar..
Pero llegó el momento, y finalmente mi hija Sandra nació, hoy hace 26 años. Cuando la tuve entre mis brazos lloré por la gran emoción, no pude evitarlo, pregunté a los médicos si todo estaba bien. "TODO PERFECTO" dijeron.
Una de las primeras personas que me acompañó en el hospital,(además de mi marido y mi madre) fué mi padre. Era el preludio de una gran relación que duró muy poco, desgraciadamente él falleceria pocos años después, por lo que no estoy segura de que mi hija lo recuerde todavía, pero fué de lo más bonito que se pudo experimentar: la relación abuelo/nieta.
Sandrá tuvo una hermanita, Silvia, cuando ella tenía 4 años y medio. A partir de entonces, Sandra acepta de buen grado el papel de hermana mayor y a pesar de su corta edad, la cuida y la mima como si de una muñeca se tratase. No obstante, hoy me pregunto si, como a tantos hijos mayores, le exigimos demasiado a Sandra cuando nació su hermana. Recuerdo comentarios como: tienes que dar ejemplo a tu hermana; tú eres la hermana mayor; hazlo tu porque ella es muy pequeña, etc.
Sandra, hija, si por aquellas exigencias, te sentiste agobiada o desbordada, debo pedirte perdón y lo hago públicamente, pero ahora quiero decirte que fuiste el mejor ejemplo para tu hermanita.
Hoy, además de hermanas son grandes amigas y eso me llena de satisfacción.
Hoy Sandra es una mujer de su tiempo : segura de sí misma, moderna, emprendedora, trabajadora incombustible, viajera incansable, cariñosa, detallista, por donde pasa gana amigos, además de ser impresionante como mujer, tambien tiene la capacidad de impresionar y sorprender a los que la rodean.
Controla y gestiona su tiempo sin problemas, aunque a mí particularmente me gustaria que se involucrará un poquito más en el siglo XXI, sobre todo en lo que son nuevas tecnologías, ella es muy inteligente y sabe lo que tiene que hacer.
Sandra sabe estar a la altura en los momentos en los que la necesitamos y hoy te decimos : SANDRA, TE QUEREMOS, tu hermana y yo te deseamos la mayor felicidad del mundo.
FELIZ CUMPLEAÑOS SANDRA