18 febrero 2007

Diamante de Sangre

Esta mañana he visto la pelicula, me ha impactado por la crudeza de las imagenes que son un fiel reflejo de lo que está pasando en muchos paises de ese continente mágico como es Africa.
a
No quiero hablar de la sangre que se ha podido derramar o las vidas que ha podido costar ese pequeño diamante que un día de San Valentin nos regaló muestro marido, novio, pareja, etc. como muestra del amor que nos profesan. ¿Sabemos realmente de donde vienen esos diamantes? ¿Somos conscientes de los circuitos que discurren has llegar a los distribuidores y comerciantes del primer mundo?

Abre esperanzas el esquema de control, conocido como Proceso Kimberley, que exige a los países africanos la exportación de diamantes con una certificación de "libres de conflicto", mientras que los países importadores se comprometen a adquirir en el mercado internacional sólo diamantes certificados.
A pesar de todo aun existe un 5% del comercio de los diamantes procedentes de contrabando.

Pero lo más duro de esta película, para mí , ha sido ver como, secuestran a niños para convertirlos en niños soldado, como los obligan a tomar droga para lavarles el cerebro y obligarles a cometer todo tipo de atrocidades. Lo he visto en esta película, pero eso SI es una cruda realidad que está pasando ahora mismo. Amnistia Internacional denuncia constantemente. Ver este flash muy descriptivo de la situación por la que pasan niños y niñas y preguntemosnos : ¿que puedo hacer yo?

Niños soldado

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3 comentarios:

A las 10:36 p. m. , Anonymous Anónimo ha dicho...

No he visto la película, pero si que he publicado un pequeño post al respecto, pero se me ha escapado lo de los niños soldado.
Un saludo

 
A las 11:00 p. m. , Anonymous Anónimo ha dicho...

Estupendo post, es muy importeante denunciar todas las locuras que se cmeten.
Gracias por tu visita.

Salud y Paz

 
A las 11:09 p. m. , Blogger Maria Ines ha dicho...

Yo también la ví porque me compré la película y la tuve que cortar como 5 veces porque no soportaba la crudeza de las imágenes y la dureza de la realidad.
Lo peor es que eso está pasando actualmente.
¡Por Dios!

 

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