ACEITUNEROS
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.
Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.
Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién
amamantó los olivos?
Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.
No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.
Árboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía.
¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién,
de quién son estos olivos?
Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.
Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indican tu libertad
la libertad de tus lomas.
Miguel Hernández, 1937
Hoy 17 de Febrero es un gran día. Para nuestra familia es "El gran día".
Hoy, hace 81 años nacía en Porcuna, un pueblo de Jaén, MI MADRE.
Hace días que estoy barajando esta posibilidad, que al final se ha convertido en realidad. Voy a escribir algo sobre MI MADRE. Quiero de esta manera expresarle públicamente el amor y la admiración que siento por ella. Siempre, a pesar de sus escasos estudios -apenas quizás 2 años- ha sido un ejemplo a seguir por su espiritu de sacrifio por su familia (aún hoy lo conserva), por su sentido común equilibrado para afrontar sus y nuestros problemas y darles la mejor solución, por su esfuerzo para darnos lo mejor a sus cuatro hijos, por la constante superación a pesar de sus limitaciones.
Nació en el seno de una familia humilde, rodeada de campos de olivos, la vista de pierde y no encuentra el final del mar de olivos. Entre olivos trabajó desde muy temprada edad, entre olivos se refugió cuando siendo una niña le tocó vivir la guerra civil, pero a pesar de su temprana edad, recuerda fielmente algunos episodios, que nos relata de vez en cuando como si se tratara de cuentos de terror. (Como brillaban las vengalas en el cielo a través de las copas de los olivos buscando personas a las que masacrar con las bombas), entre olivos -supongo- tendría sus primeros momentos sentimentales.
Cuando tuvo apenas 17 años marchó en busca de mejores oportunidades a otra ciudad desde donde tenía escaso contacto con su familia y a la que enviaba algunos de los ahorros que conseguia con gran sacrificio. (que curioso, igual que ahora).
Al mismo tiempo que iban transcurriendo estos episodios de su vida, ella se enamoraba ciegamente. Adivinan de quién? pues era de mi padre: Miguel, ha sido el hombre de su vida, su único hombre, con el que que se casó despues de 11 largos años de noviazgo (y que la vida a veces muy cruel le arrebató cuando él solo tenia 58 años). En 5 años nacieron 4 hijos, Dionisio el mayor, Nicolas, despues de 10 meses, Yo (Carmen) a los 2,5 años. Mi hermana pequeña, Sacri ya nacó en Catalunya al cabo de 2 años.
Esta historia de la emigración a Catalunya la contaré en otro post, no quiero hacer de este homenaje una historia inacabable.
Todos los hermanos le hemos dado nietos, en total 9. De todos ellos se siente orgullosa y como descendientes son los que harán perdurar su esencia. A todos adora y por todos ellos sufre por cualquier motivo. Quizás porque a lo largo de su vida, le ha tocado lidiar momentos muy duros, críticos algunos, tanto en primera persona como los que han afectado a algun miembro de la familia. Afortunadamente hoy en día ya estan superados por lo que damos Gracias a Dios.
Ella es el alma de las reuniones familiares, ella en algún rincón de su corazón tiene todavía 20 años, ella siempre tiene una sonrisa para darnos, Ella siempre ha estado cuándo y dónde debía estar y por eso Madre, solo podemos decirte con letras mayúsculas:
TE QUEREMOS HOY Y SIEMPRE